Las hay cuadradas, rectangulares, redondas, dobles, triples, extrabajas, con espacio donde guardar, ligeras, para salones grandes, para salones pequeños… Mejor dicho, hay tantas como diferentes gustos y salones existen. Pero sea como sea, la mesa de centro es una pieza fundamental en el salón. Además de ser de gran utilidad y muy prácticas suelen crear el centro de a vista de la estancia.

Y es que, aunque muchas veces no nos demos cuenta de lo mucho que las utilizamos y de lo prácticas que son, solo hace falta que nos falte un día para darnos cuenta de todo lo que la usamos. Sino ¿dónde dejaríamos el mando a distancia? ¿y la taza de café? ¿y el libro que estamos leyendo?… Si, la echarías mucho de menos.

Una de las razones más importantes de la elección de nuestra mesa de centro es el espacio que tenemos. Si disponemos de mucho espacio podemos optar por una mesa amplia y sobria; o incluso una composición de amplias mesas gemelas creando simetría.

Si, por el contrario, no sobra el espacio, tienes varias opciones, puedes elegir una mesa con estante o hueco de almacenaje que te ayude a ganar sitio. O bien puedes optar por utilizar una banqueta con asiento bastante duro que pueda hacer las veces también de mesa de centro colocando una bandeja encima o ligeras mesas de reducidas dimensiones que puedas mover cómodamente cuando lo necesites. No olvides que si eliges piezas con cristal y patas finas ayudarán a aligerar visualmente el espacio y que se vea una mayor amplitud.

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