El momento perfecto para pintar nuestra casa, es aprovechar la primavera y el verano, ya que la pintura secará antes. Si no contratáis a ningún profesional, aquí os dejamos algunos trucos que os podrán servir para facilitaros la tarea:

Ventanas bien abiertas: Es importante la ventilación debido al olor de las pinturas ya que una exposición continuada y excesiva puede ser nociva para nuestros pulmones. También es importante porque las paredes se secarán mucho antes si corre el aire. Así que ya sabéis… ¡abrir ventanas!

Cinta de carrocero: siempre a mano; será una de nuestras mejores aliadas para cubrir los zócalos, interruptores, la escayola del techo, los umbrales de las puertas, etc. para que no se nos manchen. Además es muy fácil retirarla y no deja restos de pegamento.

Cubrir el suelo: evitarás cualquier mancha o gotas por un descuido. Lo más sencillo es cubrirlo con un plástico de pintor para aislarlo de manchas y humedad (podrás encontrarlo en ferreterías), o con periódicos colocados en capas.

Iluminación: para pintar bien, es fundamental una buena iluminación ya que así podremos ver si hemos aplicado la pintura homogénea y regularmente, y en caso contrario, darle otra capa generosa.

Niños y paredes blancasLa versatilidad del blanco para las paredes es bien sabida, y tiene tanto ventajas como inconvenientes.

Ventajas:

Amplitud: el color blanco da sensación de amplitud, crea un ambiente diáfano, luminoso y limpio. Es perfecto para agrandar estancias pequeñas.

Versatilidad: otra de las principales ventajas es que el blanco pega con todo. Podrás mezclar los tonos del mobiliario, y los elementos decorativos a tu gusto ya que la combinación con la pared siempre combinará.

Precio: la pintura blanca es más económica que el resto de pinturas.

Desventajas:

Limpieza: el principal inconveniente. El blanco es un color que agranda, pero es un color que se ensucia fácilmente. Más si alguien fuma en la estancia, o hay niños y mascotas por casa que puedan rozar de manera continuada la pared.

Frecuencia: al ensuciarse más que las paredes pintadas de otro color, tendrás que pintar seguramente con mayor frecuencia. O tienes cierto cuidado, o las pequeñas manchas y marcas se notarán más.

Monotonía: realmente es cuestión de gustos, de estilo y de decoración: si es moderno, minimalista, etc. Pero a muchas personas todo pintado de blanco les resulta bastante monótono. De todos modos, si el blanco nuclear nos resulta aburrido, pero nos gusta el efecto y le vemos más ventajas que inconvenientes, podemos tirar por tonalidades de blanco roto o blanco marfil, que aporten un ligero toque cálido y no resulte tan aséptico.

si nos decidimos por otro color para pintar las paredes, pero queremos también incluir el blanco de algún modo, el lugar perfecto es el techo porque aportará mucha luminosidad. Si en cambio tenemos una estancia amplia pintada de blanco, pero altos techos que queremos “cerrar” un poco, pintaremos éste de dos tonalidades más oscuras de blanco con respecto a las paredes.

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