Muchas veces a la hora de escoger un sofá para nuestra casa, nos encontramos con la limitación de su tapizado ya no solo por el color, sino por miedo a que envejezca mal, se deteriore,  etc. También es importante elegir bien ya que según las características concretas de cada espacio, con un tapizado u otro podemos potenciar sus virtudes y disimular defectos. Aquí os dejamos unos consejos:

1. Si quieres hacer más grande la estancia, lo mejor es escoger una tapicería en tonos claros como ocre, blanco, marfil, etc., ya que darán mayor luminosidad y visualmente el espacio parecerá más grande si tu estancia es pequeña. También aportará cierta elegancia.

2. Tapicería en tonos oscuros. Si tienes niños, lo mejor es buscar un tapizado a prueba de manchas o repelente a los líquidos (hidrofóbica). También es importante a la hora de ahorrarse quebraderos de cabeza, utilizar una tela de color oscuro ya que las manchas debidas a rozaduras mínimas pasarán más desapercibidas gracias a tonos oscuros.

3. Tapicería con tratamiento. Algunas telas tienen tratamientos extra avalados por certificados de calidad. Por ejemplo si el sofá va a ser muy utilizado por todos o hay niños y mascotas, lo mejor es tener una tela con un tratamiento anti pilling para que no aparezcan bolas debido al roce o uso. Para el desgaste que también pueda sufrir, debemos buscar una tela con resistencia a la abrasión para resistir a ese desgaste. Hay algunas otras telas que tienen un tratamiento para que las manchas sean sencillas de quitar simplemente con un trapo empapado en jabón y agua.

4. Materiales naturales, ¿sí o no? Ya sabemos las propiedades de las fibras naturales:  suavidad, frescura, cualidades térmicas… También poseen una alta resistencia mecánica y son 100% renovables y biodegradables. Pero si tienes niños o mascotas, definitivamente no es adecuado su uso ya que son telas mucho más delicadas que las sintéticas. Así que has de evitar telas de lino, algodón o el cuero y busca telas como la loneta o el chenille que son más resistentes y gruesas. De todos modos aunque el cuero se gaste, es un material que envejece bien porque el uso le da cierta belleza ya que ahora está de moda el estilo vintage.

5. Alergias y limpieza. Es importante a pesar de que no se sea alérgico, limpiar el sofá (incluyendo cojines, reposabrazos y parte trasera) al menos una vez al mes, y si se tiene alergia a los ácaros es aconsejable hacer esto al menos una vez por semana. Si la tela es delicada, se debe de poner la aspiradora en un ciclo suave para que no la dañe, pero si es resistente y el fabricante no lo impide, pueden tratarse con máquinas de vapor para una limpieza más profunda.

Para escoger tu sofá o su tapicería tendrás que valorar el uso que le darás atendiendo a diferentes variables si tienes mascotas, si en casa hay alguien alérgico, etc. Tendrás que valorar cuestiones no sólo estéticas sino también funcionales, que ayudarán no sólo a que luzcan en todo su esplendor, sino también a que resulten más duraderas.

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