Cinco colores con los que decorar el dormitorio de un bebé
La psicología de los colores es muy compleja. Cada uno de los cinco colores de los que te hablamos a continuación te inspirará para decorar el dormitorio de tu bebé, pero también lo estimulará.
¡Comenzamos!
Tras largas horas de estancia en un mismo lugar, los colores que nos rodean pueden llegar a influir en nuestro estado de ánimo. Esto mismo le ocurre a los recién nacidos en sus habitaciones, puesto que son más vulnerables.
Cuando pensamos en decorar la habitación de un bebé nos inspiramos con colores neutros y detalles infantiles, pero la elección del color predominante de esta estancia tiene mucho más trasfondo.
El siguiente listado concentra los colores más utilizados, en relación a sus beneficios, con los que decorar la habitación de un bebé.
Rosa.
Se trata de uno de los colores más populares, sobre todo en su gama pastel. No obstante, pese a que es cierto que en un principio transmite calma, con el tiempo puede llegar a resultar irritante para el niño.
Azul.
Junto con el rosa, uno de los grandes ganadores. Psicológicamente ayuda mucho a que los niños se calmen, ya que reduce la estimulación. A la hora de dormir también aporta ventajas, puesto que al pertenecer a una paleta fría ayuda al enfriamiento corporal del bebé. Es importante encontrar un equilibrio entre un azul muy oscuro y muy claro, de lo contrario sus beneficios se volverán en contra.
Amarillo.
Su neutralidad lo convierte en unos de los colores más utilizados, y entre sus beneficios nos encontramos con que aumenta la concentración y la motivación. Un dato que hay que tener en cuenta antes de utilizarlo, es que un estudio ha demostrado que el color amarillo incita al llanto del bebé más que cualquier otro color.
Verde.
Un color unido a la naturaleza que aporta armonía y frescor a la habitación. Una mezcla perfecta de los colores azul y amarillo con beneficios que proporcionan un clima de concentración y calma mental.
Naranja.
Pese a que no se usa con frecuencia, se trata de un color alegre y muy acogedor que ayuda en la comunicación pero que, según un estudio, reduce la atención de los niños.