Un jardín en tu balcón
Ya afirmaba Francis Bacon en su ensayo “De la sabiduría egoísta” que plantar un jardín “es ciertamente el más puro de los placeres humanos”. Si tenemos la suerte de tener una casa y parcela con suficiente espacio, deberíamos de plantearnos también tener un invernadero; forja y cristal que forman un pequeño oasis de tranquilidad y reposo, y un refugio no sólo personal, sino también para plantas de interior maravilloso. Si no tenemos la suerte de tener este trozo de tierra, pero sí una terraza o balcón, ¡seguimos de suerte!: tenemos mil y una posibilidades, que seguramente no conocíamos, para crear un entorno vegetal con diferentes fines; hay infinidad de enfoques, pero ¡no hay reglas! Así que puedes dejar volar tu creatividad e idear la opción que más te convenga.
Una de las cosas fundamentales de la vida, aparte de la familia y de la casa, es la comida. Un jardín comestible es una genial idea ¡Tenemos que aprovechar los beneficios de las plantas para uso culinario y de la salud! Existen maceteros con un pequeño asa que son simples y fáciles de colgar en barandillas: en ellos podremos crear un pequeño jardín arómatico con especias que se dan bien y son de fácil cuidado: romero, albahaca, perejil tomillo, etc. Si disponemos de un poco de más espacio, es muy sencillo colocar una pequeña rejilla sobre la pared o la reja del balcón, y colocar en el suelo una maceta para tomates; estos crecerán hacia arriba, agarrándose a la rejilla… ¡y voilà, una tomatera así de fácil!
En cualquier casa que se precie, tenemos que tener un aloe; no necesita excesivo cuidado y es una planta muy agradecida además de estética por su estilo desértico. El aloe es buenísimo para quemaduras solares y cicatrices por su alto poder regenerativo. ¡Así que no puede faltar en casa!
Algunas de las pautas que os recomendamos son estas:
- Olvídate del hormigón o los azulejos antiestéticos e instala un suelo delinóleo que imite listones de madera. Este material es ultrarresistente, cómodo de limpiar y de fácil instalación. Además tu rinconcito tendrá mayor cohesión con la naturaleza y será más cálido a la vista y a las pisadas.
- Intimidad y estética: Si el muro de hormigón se ve poco estético, o la barandilla deja entrever demasiado, instala una malla, un cercado de mimbre o una celosía; podrás colocar sobre ellas una planta trepadora como la hiedra para darle un aspecto natural. También puedes plantar una buganvilla y dejarla crecer por la pared hasta crear un manto de flores.
- Jardín vertical más reciclaje: Algo tan fácil como reciclar una viejaestantería, lijar, pintar y colocar. Podrás colocar tus plantas, brotes, y utensilios de manera ordenada. Consejos extra: para brotes puedes utilizar envases de yogur viejos, y crear mini invernaderos con botellas de refresco vacías. También podemos aprovechar un pallet, colocándolo de manera vertical y colocando en los huecos macetitas de crasas colgantes para que den un ambiente muy DIY.
- Lo que cuentan son los detalles: puedes incluir elementos como regaderas vintage, troncos de árbol a modo de taburete, etc. También tus plantas y flores favoritas; cada vez que las veas te animarán la vista. Algunas especies fáciles con las begonias, los pensamientos, los geranios…
- Colgar: Aprovecha y cuelga plantas del techo para crear un ambiente más selvático. Cortinas ¿porqué no? De tul o estampadas, lograrán darle un toque y cerrar un poco más la estancia haciéndola más acogedora.
Si de otro modo, preferimos enfocar nuestro rincón a un espacio para relajarnos, leer, o compartir comidas y cenas con amigos:
- No puede faltar una pequeña mesita y unas sillas (a las que podemos incluirles unos cojines de exterior bien mulliditos para hacerlas más cómodas, y más casero). El toque estrella son unas velas o unos farolillos; aportará un ambiente íntimo y acogedor con un toque boho.
- Si quieres darle un estilo más étnico, te proponemos alfombra en el suelo, mesita baja y ¡muchos cojines! También puedes hacerte con un pallet y colocarle un pequeño colchón. Perfecto para reuniones con amigos, o para tirarte a leer. Aquí tampoco pueden faltar pequeños farolillos, y algún cactus para toque chill total.
Pero aquí, realmente lo principal es que disfrutes de ese espacio y lo aproveches; ¡y que también aproveches los beneficios de las plantas, porque: aportan mucho oxígeno, reducen el ruido, mejoran nuestro ánimo, nos producen bienestar, nos evocan la naturaleza, humidifican el ambiente, dan u olor delicioso, ¡y decoran fenomenal!