Los textiles en la decoración de tu casa
Seguir las tendencias de decoración no tiene por qué suponer un desembolso continuo. Así es, has oído bien. Generalmente, en lo que se refiere a decoración, suelen tener más protagonismo los muebles. Sin embargo, hay un gran olvidado: los textiles.
Los textiles dan vida y aportan un estilo propio a tu hogar. Un sofá puede cambiar radicalmente de imagen dependiendo del tipo de cojín que se le coloque encima. Y una habitación puede parecer otra completamente diferente cuando se le cambian las cortinas…. Las combinaciones son infinitas, y es precisamente eso lo que te permitirá ahorrar a la vez que tu casa está a la última. Sin embargo ¿sabes como jugar con ellos para sacarles el máximo partido? Hay dos aspectos clave, toma nota.
El color: Seguramente, cuando hablábamos de textiles y sus posibilidades en decoración, lo primero que se te venga a la cabeza sea su color. Hay muchos estudios que han demostrado que cada color nos hace sentir de una forma diferente: el blanco o los colores más claros, por ejemplo, transmiten serenidad; el amarillo es un color más vital, el azul más fresco, el verde más innovador,… ¿Cómo combinarlos? Habitualmente los expertos de decoración utilizan la regla del 60-30-10. Aunque puede parecer una fórmula matemática, es una regla de interiores que nunca falla. El 60 hace referencia al color predominante y suele ser el color de las paredes, el 30 el color secundario y el 10 el color que da un toque, un acento. Por tanto, a la hora dar color a tus textiles tendrás que jugar con ese 30 y 10 en función del estilo que quieras conseguir.
Los materiales. Si el color es importante, los materiales también. El tacto de los materiales que usemos para recubrir nuestros muebles, o el tacto de los accesorios que compremos (como mantas o cojines) es muy determinante a la hora de crear ambientes en tu hogar. Esto no es solo por el tacto en sí sino también por el efecto visual que producen.
Según su origen y composición, los tejidos en decoración se pueden clasificar en tejidos naturales, tejidos artificiales, y mezclas. Los primeros, los tejidos naturales, suelen ser más caros. El algodón, el lino, la seda y la lana son los más frecuentes. Los artificiales, son más económicos y se corresponden con poliéster, rayón, viscosina o nailon. Por último, los sintéticos, como cabe esperar, son una mezcla de los naturales y los artificiales.
En este caso no existe una regla como para los colores, dependerá más del estilo que quieras conseguir.